lunes, 28 de abril de 2008

VISITA A LA ARGENTINA
El proyecto Aulas Hermanas premia trabajo de estudiantes de Florencia.
Un grupo de 35 estudiantes y tres docentes de la Normal Superior de Florencia, se preparan para viajar a Argentina, luego de haber sido seleccionados ganadores del proyecto Aulas Hermanas que adelanta el Ministerio de Educación. Con ese fin realizarán un ciclo-paseo, este domingo, para recolectar fondos y pagar sus pasajes de avión ya que sólo los premiaron con la estadía y la alimentación.
La familia normalista de Florencia espera contar con una masiva asistencia y ofrecerán a los participantes almuerzo, baño en el río Bodoquero, animación con papayera y desde luego, la protección de la Policía de Carreteras, Cruz Roja, Bomberos y demás organismos que ya se comprometieron a acompañarlos. El precio es muy cómodo y partirán desde la Plaza San Francisco a Morelia, a las 7:00 de la mañana. El proyecto de Aulas Hermanas se adelantó vía internet entre estudiantes de Caquetá (Colombia) y Santa Fe (Argentina), los cuales entrelazaron sus fuerzas en busca de la recuperación ambiental y ecológica de los afluentes hídricas que rodean sus colegios. En el caso de Florencia, se espera recuperar la quebrada San Joaquín que hasta hace 5 años servía para el consumo humano y servicios varios de la institución educativa.“Nosotros participamos en el concurso desde hace tres años y el Ministerio de Educación nos ha premiado con 14 días en la Argentina, vamos a estar en Bariloche, en las Cataratas de Iguazú, en Buenos Aires, pero además de conocer estos sitios turísticos, vamos a mostrar los resultados de nuestro proyecto ambiental para que ellos lo apliquen y nos enseñen lo que han hecho para aplicarlo en Colombia”, dijo el docente Flavio Ocho Calderón.“Hemos venido trabajando en el proyecto Manigua, Agua Viva, que busca recuperar la quebrada que surte a la institución educativa y que fue contaminada en el barrio La Piedrahita, debido a varios factores: el primero es que hay un lavadero comunitario cuyas aguas sucias caen a la quebrada y el segundo es que hay 14 viviendas sin alcantarillados cuyos desperdicios fecales son arrojados a esta afluente por eso no pudimos volver hacer uso de ella”, dijo“El Ministerio de Educación ha seleccionado nuestro proyecto entre los primeros lugares y de ahí la exaltación, pero más que un premio esta es una oportunidad para nosotros de saber las tareas que se han desarrollado en otros países frente a la recuperación del medio ambiente y principalmente la protección y conservación de las aguas, lo cual es nuestra principal preocupación”, puntualizó Ochoa Calderón.Actualmente, estudiantes y directivas de la Normal Superior, adelantan contactos con la Secretaría de Educación Municipal y la Secretaría de Planeación con el fin de reubicar el lavadero comunitario y las viviendas aledañas a la quebrada, una vez estas tareas se realicen, la institución está comprometida a reforestar las laderas de la quebrada, a descontaminarla y construir un sendero turístico para que todos conozcan su ejemplar labor.

sábado, 26 de abril de 2008

FLORENCIA CAQUETA

FLORENCIA-CAQUETA

El 25 de diciembre de 1902 -ahora mismo hace cien años- el padre Doroteo de Pupiales, dio inicio a la historia de Florencia, la ciudad mas importante de la amazonia colombiana. La aldea surgió a partir de una bodega de caucheros ubicada a orillas de la quebrada La Perdiz, y su nombre le fue dado como homenaje a Paolo Ricci, un florentino por entonces vinculado a la compañia cauchera propietaria de la bodega, pero también en honor de las flores multicolores que embelesaron a Doroteo.

Posteriormente -en 1908 y 1909- se hicieron nuevos planos de Florencia, los cuales fueron ajustando el diseño de lo que hoy es el centro de la ciudad. El último de ellos fijó el parque Santander como el principal de la ciudad, pero con el nombre de Plaza Pizarro.
En 1912 fue creada la Comisaría del Caquetá y Florencia inició su vida jurídica, pues fue constituido como municipio, capital de la Comisaría. El primer camino de comunicación con el departamento del Huila lo abrió el cauchero Pedro Pizarro. En 1911 el gobierno nacional lo amplió y mejoró, y -con base en el camino de Pizarro- en 1932 se construyo a volandas la carretera Garzón-Florencia,
vía necesaria para movilizar las tropas que se dirigían al frente.

El desarrollo urbanístico de la ciudad s
e fue dando lentamente: en la década del treinta se construyó la catedral Nuestra Señora de Lourdes, en los años cuarenta la Galeria Central "La Concordia", el edificio Curiplaya, el hospital María Inmaculada, el aeropuerto y el primer acueducto. En los años cincuenta y bajo el influjo de las oleadas de inmigrantes que huían a la violencia política del centro del país, el caserío empezó a ensancharse, dando origen a los primeros barrios. Ya en 1962, la gran inundación del río Hacha, trajo como consecuencia la formación de nuevos barrios, como el Siete de Agosto, Torasso, Los Alpes, La Libertad y Juan XXIII. A partir de la década de los setenta el Caquetá ha vivido al vaivén de la economía del narcotráfico, al igual que de la violencia generada por los grupos al margen de la ley.

FIESTAS:
  • Festival Folclórico del Caqueta
  • Fiestas San Pedrinas
  • Encuentro Inter. de Cult. Amazónica
  • Festival Colono de Oro

Las comunidades indígenas y los primeros asentamientos de colonos fueron visitados y atendidos por Misioneros Religiosos (Franciscanos y Jesuitas) provenientes de Popayán y Neiva. Debemos aclarar que los primeros religiosos que penetraron al Caquetá no fueron los Jesuitas, como se cree, sino los Franciscanos, quienes dirigían desde Quito y trabajaron en la región casi dos siglos. Uno de los precursores de las misiones en el Caquetá fue Fray María de San José – Franciscano quien partió de Pasto en 1696 dispuesto a conquistar a los “Andaquíes, Yaguanongas y Churubaes” Fray vagó por la selva 14 años y sólo obtuvo sinsabores. En la primera mitad del S.XVIII otros misioneros realizaron visitas de las cuales tampoco se extrajo beneficio alguno.


El trabajo artesanal en el departamento de Caquetá estaba en un relativo estancamiento, situación que se debía en parte a las políticas pobres en el campo institucional para poder favorecer con verdaderos programas y proyectos al gremio artesanal; además, la ausencia de agremiaciones sólidas y los deficientes o nulos procesos de formación en el sector generaban día a día descontento en la población dedicada a esta actividad.

Mientras esto sucedía, algunos grupos como comunidades indígenas y artesanos independientes comenzaron con incipientes esfuerzos de producción, esfuerzos que se cristalizaron en el inicio de la actividad con falencias evidentes en cuanto a la calidad de los objetos producidos, lo que repercutía tanto en el precio como en la comercialización de los mismos.